En un concepto de agricultura en el que normalmente se busca proteger al cultivo de los agentes externos que puedan incidir en él, nosotros apostamos por fortalecerlo para que por sí mismo domine su medio y sea capaz de trabajar correctamente con su entorno.
En este proceso ayudaremos al cultivo a mantener un correcto equilibrio hormonal en relación a la etapa fenológica en la que se encuentre. Aplicado correctamente, conseguiremos una dominancia del cultivo sobre todos los factores externos que puedan incidir en él, consiguiendo una adaptación óptima con su entorno y una correcta simbiosis con los microorganismos que lo acompañan.